Solitaria camina la bikina
Debo confesar una cosa: jamás he visto Operación Triunfo, ni esta edición que acaba de terminar ni ninguna de las anteriores. Aun así, si bien no sé nombrar apenas ninguno de los concursantes de las anteriores ediciones, sí sé perfectamente lo que ha ido ocurriendo en esta edición a pesar de no haber visto el programa. Imagino que, como yo, habrá muchos que se encuentren en esta misma situación. Mientras que las anteriores ediciones iban cayendo en el olvido de la mente del espectador una vez acababan, OT2017 se ha convertido en todo un fenómeno social. Para hablar en términos más técnicos, OT ha pasado de ser un producto en obsolescencia o declive a vivir un nuevo relanzamiento. Esta edición, sencillamente, ha resucitado un programa que parecía estar en sus últimos estertores. La clave de este repentino éxito no se encuentra en los concursantes, ni en el ligero cambio de formato del programa, ni en jurados más famosos o invitados más célebres. La clave está en cómo se ha...